sábado, 17 de marzo de 2012


Una de las pocas
cosas que
valen la pena hacer
es escribir
en silencio.
Dejar que un estruendo
salga
en violencia muda
a marchar
por la
mañana tiesa.
Hacerse
un mundo
que no oiga
que no diga
sino
silencio

Y pausa. Dejar

que el estruendo
pase
y que las bisagras
giren
en terrible
silencio. En un giro que
es casi pausa:
Tan lento tan silencio.

Y que el portón se cierre,

que quedes dentro

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